sábado, 3 de julio de 2010

EL MILAGRO DEL MASAJE


La historia del masaje se puede remontar hasta el tercer milenio antes de Cristo.
Tan sólo podemos suponer que, en tiempos prehistóricos, los humanos sentían un instinto igualmente poderoso consistente en golpear o tocar el cuerpo cuando éste se hallaba aquejado de alguna dolencia a fin de consolar al enfermo o acelerar la recuperación. Incluso los animales salvajes lamen sus heridas en un intento de limpiarlas y ayudarlas a sanar. Los párrafos siguientes describen brevemente todas las principales civilizaciones, empezando con la China, que reconocían y utilizaban los beneficios terapéuticos del masaje.Los chinos realizaron una síntesis de masaje y gimnasia. La historia muestra que los orientales ya empleaban esta forma de masaje tres mil años antes del nacimiento de Cristo. Un tratado médico, conocido como Nei Ching y atribuido al emperador Amarillo Huang Ti, contiene las referencias chinas más antiguas al masaje. Los libros hindúes del Ayur Veda, escritos alrededor de 1800 a. de C., se refieren al masaje como sobeo y lavado que recomendaban como medio de ayudar al cuerpo a sanar por si mismo. La literatura médica de los doctores egipcios, persas y japoneses hace numerosas referencias a los beneficios y la utilidad del masaje cuando se trata de curar o controlar un gran número de enfermedades específicas.También los romanos y griegos creían firmemente en los beneficios del masaje. Homero, Herodoto, Hipócrates, Sócrates y Platón. quienes se cuentan entre los más grandes hombres de sus respectivas épocas, elogiaron la práctica del masaje. Ya Homero, en La odisea, describía los poderes reparadores que tenían las unciones de aceite sobre los exhaustos héroes guerreros. También Herodoto expresaba que el masaje podía curar la enfermedad y mantener la salud, mientras que Hipócrates, uno de sus discípulos, creía que todos los médicos debían aprender a aplicar masajes. Los escritos de Platón y Sócrates a menudo hacen referencia al uso y a los excelentes resultados del masaje. Julio César era pellizcado, (masajeado), diariamente, dado que padecía de neuralgias y Plinio, el naturólogo romano, recibía regularmente masajes para aliviar los ataques de asma que padecía. En la Biblia encontramos innumerables referencias sobre la imposición de las manos como método de sanar al enfermo.Esto nos dice que la popularidad del masaje continuó creciendo, hasta que en la Edad Media, perdió su posición privilegiada entre la profesión médica a causa del desprecio generalizado hacia el cuerpo y el mundo físico, y la división entre cuerpo y alma.Incluso con el cristianismo, que dio tanta importancia al aspecto espiritual, creó una tendencia hacia la supresión de las cuestiones mundanas que incluían el placer del bienestar físico. Pero todas las ciencias sufrieron un gran retraso durante este período de la historia europea. El surgimiento del Renacimiento, en cambio, aportó un renovado interés por el cuerpo y por la salud física. Se revivieron muchos de los conocimientos de las civilizaciones orientales, así como de los griegos y romanos. Y una vez más el masaje empezó a ganar popularidad y a desarrollarse en forma de ciencia.A medida que la profesión médica recuperaba prestigio, también el masaje se elevaba a nuevas alturas; muchos fueron los médicos destacados que incorporaron el masaje en su enfoque terapéutico para cuerpo y mente. Pare (1517-1590) y Mercurialis (1530-1606) fueron dos de los muchos médicos que integraron el masaje a sus prácticas profesionales. Ambroise Pare y sus métodos tuvieron tanto éxito que fue médico de cuatro reyes franceses. Mercurialis, médico italiano de gran reputación, escribió un célebre tratado sobre masaje y gimnasia que le dio enorme fama y un lugar prevalente entre los médicos más distinguidos de Italia. El médico de cabecera de María Estuardo, reina de Escocia, logró que ésta recuperara su salud mediante masajes. El masaje dio un gran avance con el trabajo de Per Henrik Ling.

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